Buscando ayuda espiritual
Rosa se sentía desesperada por su problema: su esposo tenía una amante. Le aconsejaron que acudiera a un brujo para ayudarse, porque presentía que la “otra” había montado un trabajo para romper su matrimonio. Acudió a la consulta un poco nerviosa. Confirmó sus sospechas y le pronosticaron un divorcio si no actuaba de inmediato.